Las agencias reguladoras y los fabricantes de alimentos seguirán enfocándose en patógenos y productos «a prueba de fraude», desarrollando mejores métodos de análisis.
Los últimos años han sido tumultuosos en la industria alimentaria. Los desafortunados incidentes de inocuidad de los alimentos erosionaron la confianza de los consumidores en la cadena de suministro de alimentos y las autoridades en materia alimenticia se han esforzado en implementar nuevas regulaciones y actualizar las prácticas antiguas.
El escándalo de la leche de China y los escándalos de carne más recientes obligaron inevitablemente a las manos de las autoridades a comenzar a implementar cambios para proteger la economía y la gente en Asia.
Desde 2015, países como China, Singapur y Nueva Zelanda han puesto en marcha una nueva legislación para hacer frente a los desafíos que presenta la industria alimentaria.
Con el fin de estar en regla con las normas de las nuevas legislaciones que se están haciendo cumplir, los laboratorios de pruebas de alimentos tienen que adoptar nuevas tecnologías para asegurar resultados más rápidos y más precisos.
Nuevas regulaciones requieren mejores herramientas
Los laboratorios están invirtiendo en instrumentaciones y herramientas de software que pueden ayudarles a cumplir con las nuevas regulaciones y prepararse para el futuro de las pruebas de alimentos.
Se observó en 2016 que había una mayor adopción de técnicas de espectrometría de masas de alta resolución en alimentos y pruebas ambientales desplegadas para inspección de vigilancia, y gestión de crisis, ya que esto amplía el alcance de los laboratorios más allá del análisis selectivo. Este flujo de trabajo está comenzando a ser adoptado en todo el mundo.
Las pruebas en plaguicidas y medicamentos veterinarios siguen siendo tendencia en la mayoría de países, con Australia invirtiendo de manera continua en instrumentaciones para pruebas de rutina.
Mientras que algunos países están haciendo su mejor esfuerzo para mantener los estándares alimentarios, otros países no lo están haciendo tan bien.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de China ha declarado que el uso excesivo de antibióticos es un problema prominente para la industria cárnica del país, y ha pedido a los procesadores de carne y de productos de la agricultura que hagan un mayor esfuerzo para reducir el uso de antibióticos.
Pruebas innovadoras
Otras tendencias observadas en 2016 incluyen la prueba Halal impulsada por técnicas basadas en genética, cromatografía de gases y cromatografía líquida de espectrometría de masas (LC-MS). Con el 40 por ciento de la población en el sudeste asiático predominantemente musulmana, existe una gran demanda para verificar los productos alimenticios con certificado Halal con herramientas analíticas ortogonales.
Del mismo modo, los proveedores y las agencias reguladoras están recurriendo a LCMS en productos altamente comercializados como los nidos de aves y los productos de miel para evaluar su calidad y autenticidad.
Con tantos cambios en 2016, 2017 promete perspectivas más emocionantes en el horizonte. La necesidad de detectar contaminantes emergentes seguirá siendo un desafío constante
Inversiones públicas y privadas
Los laboratorios gubernamentales continuarán adoptando plataformas de alta resolución para pruebas alimentarias y ambientales, mientras que los laboratorios privados también buscarán expandir sus capacidades en materia de LC-MS.
Las pruebas clásicas de inocuidad de los alimentos seguirán siendo una tendencia en 2017 a medida que las autoridades busquen reforzar las regulaciones para proteger la cadena alimentaria. Con las inversiones realizadas en instrumentaciones por Australia, la prueba de alérgenos parece ser una aplicación emergente en Australia y Nueva Zelanda.
Los laboratorios se enfrentarán con retos para mantenerse al tanto de la demanda mundial de pruebas clásicas de inocuidad de los alimentos de pesticidas, medicamentos veterinarios, micotoxinas y otros contaminantes.
La necesidad de detectar nuevos contaminantes y cumplir con los requisitos reglamentarios será un desafío constante. Este desafío también abre oportunidades para los vendedores que suministran instrumentación a estos laboratorios.
Se necesita más colaboración
Una fuerte colaboración entre la industria alimentaria, los reguladores y la comunidad científica será fundamental para abordar los problemas recurrentes de inocuidad de los alimentos, así como las nuevas amenazas. Para que todos puedan contribuir mejor a la protección de la cadena mundial de suministro de alimentos, una oportunidad en 2017 es educar a la comunidad técnica sobre la importancia y la mecánica de las pruebas de seguridad alimentaria y ambiental.
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