La producción industrial en la zona euro aumentó un 0,9% en enero, algo mejor de lo esperado. La producción de Alemania aumentó un 3,4%, mientras que la de Irlanda experimentó un aumento del 9,3%. Los otros grandes países fabricantes (Italia, Francia, España y los Países Bajos) registraron pérdidas.
En general, las industrias más intensivas en energía vieron un aumento en la producción, pero esto no se puede considerar un rebote dentro de la tendencia a l abaja de los últimos trimestres.
El crecimiento de alrededor del 2% para los sectores de productos químicos, papel y metales básicos no compensa las pérdidas observadas en los últimos meses debido a la crisis energética.
Los sectores industriales con mejor desempeño fueron aquellos que emplean semiconductores, como los productores de equipos eléctricos, cuyo crecimiento se vio impulsado por un aumento en la disponibilidad en el mercado de estos productos en comparación con los meses anteriores.
Por otro lado, la industria más débil en enero fue la farmacéutica, mientras que el crecimiento en la producción del sector de la automoción también fue negativo. Estos sectores habían liderado el crecimiento de la producción en el cuarto trimestre del año pasado.
El entorno actual de la industria es peculiar, pues los pedidos atrasados se están entregando ahora que los problemas relacionados con la cadena de suministro se han relajado y la producción intensiva en energía está mejorando debido a los precios de la energía más bajos. A su vez, la realidad es que los nuevos pedidos continúan sufriendo, lo que hace que el aumento de la producción sea de corta duración o al menos limitado. Por lo tanto, lo más probable es que la demanda de los consumidores y, por tanto, la producción industrial, continúe en retroceso durante los próximos meses.
En el caso de EE.UU., con datos más actualizados, la producción en febrero ha caído respecto de enero un 0,3%.
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