Puertas - foto de Pablo Cantero. Todos los derechos reservados.

Puertas – foto de Pablo Cantero. Todos los derechos reservados.

Retomamos la lista de riesgos del entorno que debe identificar todo emprendedor global, iniciada en nuestro artículo anterior.

Para ello, recordamos también el rol de las PyMEs, y especialmente de aquellas que se animan a participar en el mercado global, como catalizadoras del empleo, el desarrollo y la innovación, contribuyendo con su actividad a una disminución gradual, pero imparable, de las trabas e intentos proteccionistas.

Los casos más extremos como la confiscación y la expropiación de bienes de propiedad extranjera cada vez nos parecen más lejanos, como un recuerdo decrépito del espíritu de los sesenta y setenta, que de todos modos le ocurrió a otros. Sin embargo, las empresas grandes y pequeñas aún se enfrentan a una variedad de situaciones cuyas consecuencias pueden no resultar aparentes al primer vistazo, ni al segundo; para ello dividimos la lista en dos entregas: lee en nuestra entrada anterior la primera parte de Riesgos del entorno y el Emprendedor Global.

Leyes, otras medidas económicas más o menos explícitas.

Tras la disminución generalizada de barreras explícitas frente a la importación como los aranceles, con frecuencia, los siguientes son requisitos que se exigen a empresas extranjeras para desarrollar su actividad en el país de acogida. Otras situaciones, como los controles de cambio de divisas, son particularidades del clima de negocios de ciertos países, aunque igualmente se utilizan como efectiva medida proteccionista.

Varios países en Latinoamérica, Asia y África tienen controles de cambio de moneda, que limitan la compra y venta de divisas extranjeras, dando con frecuencia origen a mercados negros de intercambio, a precios considerablemente mas altos que el oficial.

Demoras: en algunos destinos las demoras administrativas y el papeleo exigido para admitir mercancías pueden ser ingentes y complicados, aumentando los costos de almacenamiento; esto es algo que las autoridades locales conocen bien y pueden utilizar como táctica para dificultar la importación.

Legislación tributaria: adonde fueres, es aconsejable asumir que las leyes tributarias serán complicadas y hasta impredecibles, por lo que esforzarte en buscar un buen asesoramiento local será indispensable para afrontar este aspecto.

Sobre esto, un riesgo al que pueden verse expuestas las empresas que operan en suelo extranjero son los cambios súbitos en las cargas tributarias, específicamente subidas de impuestos excesivas y poco razonables; es algo que resulta muy tentador para ciertos ejecutivos de gobierno a cargo de economías débiles, y que puede ocurrirle a empresas que funcionan con éxito en esas zonas.

Legislación laboral: al contrario de lo que pueda pensarse al leer sobre las empresas y el offshoring, en varios mercados emergentes no es raro toparse con un entramado más o menos extenso de leyes de protección de los trabajadores, que van desde el despido hasta la participación en los beneficios, y una actividad sindical que puede llegar a ser muy poderosa y combativa.

Uno de los principales riesgos del entorno para empresas extranjeras es que suelen ser el primer objetivo de las demandas de los trabajadores locales y sus sindicatos. Tampoco hay que viajar a lugares lejanos y exóticos para verlo, como han podido comprobar quienes conocen el sistema para la contratación de personal en suelo francés.

Controles de precio: para algunos bienes y productos básicos (como alimentos o medicinas), pueden imponerse techos de precio de venta durante períodos de inflación o escasez, para controlar el costo de la cesta básica.

Contenido de fabricación nacional, restricciones de importación: como indicamos anteriormente, muchos gobiernos imponen como requisito una cuota de aprovisionamiento de materiales y bienes de origen local en su producción, que puede ser desde una parte hasta la totalidad de los componentes utilizados, particularmente en industrias nacientes en la zona.

Deberás investigar las condiciones para la importación de productos y/o suministros; la restricción de entrada de productos que compitan con los nacionales, o con vistas a obligar a la industria a comprar materias primas y productos locales es una táctica frecuente. Añade a tu lista de tareas comprobar la calidad y eficacia de las opciones de abastecimiento en tu destino.

En ciertas ocasiones, algunas industrias de diversos países se han autoimpuesto cuotas de producción e importación, con el fin de prevenir la imposición de medidas proteccionistas mayores; al someterse a dichas cuotas, un productor puede aprovecharse exportando artículos de mayor calidad y precio, moderando el efecto de la misma.

Estándares de seguridad y normas sanitarias: este es otro instrumento que puede ser utilizado como una forma no explícita de proteccionismo, imponiendo ciertas exigencias en la identificación y tests de productos, o bien la prohibición directa de importación, en apariencia por cuestiones de sanidad y/o seguridad del consumidor.

Subsidios a la industria local, medidas antisubvención y antidumping: algunos mercados conceden subsidios a ciertas industrias y específicamente a su importación; la otra cara de esta moneda está en las restricciones a dichas subvenciones, y medidas tomadas para evitar la competencia desleal de bienes abaratados artificialmente, como el cobro de derechos sobre bienes de importación considerados objeto de prácticas dumping.

¿Has evaluado bien los pros y los contras de tu mercado objetivo? ¿Tienen los primeros mas peso que los segundos? Vías, estrategias, y como ser un buen ciudadano global.

Una vez tengas esto claro, y hayas incluido en tu plan de empresa planes de contingencia acorde con una evaluación de riesgos, te presentamos algunas claves para el camino.

Para empezar, harás bien en tener presente aquella cita de Clifton Fadiman, quien dijo: “Un país extranjero no está diseñado para hacer que te sientas cómodo. Está diseñado para que su gente se sienta cómoda.” Así, te será más fácil crear estrategias para que los ciudadanos de tu área objetivo vean tu empresa como una aportación positiva; piensa en participar en proyectos que beneficien a tu comunidad de acogida: las razones para invertir en capital social van más allá de ayudar a reducir el factor de vulnerabilidad sociopolítica de tu negocio, y del bienestar a corto plazo.

Naturalmente, para una PyME por lo general no es asumible implementar programas de RSC a gran escala, como las ampliamente publicitadas iniciativas de grandes EMNs; sí que puede estar en tu mano participar en programas de estímulo al desarrollo local, ya sea económicamente, aportando asesoramiento o acceso a contactos; infórmate sobre las alternativas disponibles para lograrlo.

Para muchas pequeñas empresas introducirse por sí mismas en mercados como China o Brasil no es viable; por ello, establecer una alianza comercial internacional o joint-venture con un socio local suele ser una opción habitual para entrar e ir ganando conocimientos y experiencia, además de que tienden a estar menos expuestas a un gran número de las medidas anteriormente descritas.

Otra práctica que suprime muchos de éstos riesgos del entorno para el emprendedor (y resulta también menos rentable), es simplemente vender el uso de tus activos intangibles como tu marca y/o patrimonio de conocimientos, mediante la concesión de una licencia – exceptuando, claro está, el riesgo de que el concesionario decida negarse a pagar mientras que continúa usándolos.

En el caso de que tu empresa se vea expuesta a dichas medidas, tener un control firme sobre los canales de distribución y la cartera de clientes puede significar la diferencia en los términos de la negociación entre tu empresa y el gobierno local, así como procurar conseguir la financiación de tu empresa por parte de inversores y bancos que tengan como deudor al gobierno; aunque esto último es casi un sueño para una pequeña empresa, que normalmente solo cuenta con sus propios recursos y red de contactos para seguir creciendo, es algo en lo que vale la pena invertir esfuerzo y tiempo de investigación.

Para cerrar este capítulo, volvemos a lo explicado anteriormente: la mayoría de países tienen motivos de peso para abrirse al funcionamiento de empresas extranjeras, y de incentivar la actividad de la pequeña y mediana industria; en algunos casos éstas, y las empresas de cualquier nacionalidad que activen sectores de interés para la economía local, pueden disfrutar también de incentivos y protección que no reciben otras, incluso las nacionales.

¿Con que riesgos de este tipo te has topado como emprendedor global? ¿Cómo los afrontaste? Comparte tu experiencia con los demás.


emprendedorglobal

El blog para emprendedores y PYMES interesados en la internacionalización.

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