Las predicciones sobre los países BRICS como las economías de más rápido crecimiento no se han cumplido, al menos por el momento. En cambio, la alianza ahora ofrece un foro diplomático y financiación para el desarrollo, fuera de la influencia de Occidente.
El acrónimo comenzó como un término para describir cuáles eran las economías de más rápido crecimiento del mundo en ese momento, en el año 2001, pero ahora sus miembros (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) se están erigiendo como un grupo con creciente influencia geopolítica que puede rivalizar con el G7.
En 2009, las cuatro naciones iniciales se reunieron para su primera cumbre en Ekaterimburgo, Rusia. En 2010, Sudáfrica fue invitada a unirse al grupo, agregando la «S» a BRICS.
En 2014, con 50.000 millones de dólares, los BRICS lanzaron el Nuevo Banco de Desarrollo como una alternativa al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional. Además, crearon un mecanismo de liquidez llamado Acuerdo de Reserva Contingente para apoyar a los miembros que se enfrenten a dificultades en los pagos internacionales.
Esto fue atractivo no solo para los miembros de este nuevo club, sino también para muchas otras economías en desarrollo y emergentes que habían tenido experiencias desagradables con los programas de ajuste y las medidas de austeridad del FMI a cambio de préstamos. Es por eso que muchos países dijeron que podrían estar interesados en unirse al grupo BRICS.
No obstante, de los cinco miembros, solo China ha logrado un crecimiento sostenido y extenso desde entonces. Mientras que el PIB de China creció de 6 billones de dólares en 2010 a casi 18 billones billones en 2021, las economías de Brasil, Sudáfrica y Rusia se estancaron. El PIB de la India creció de 1,7 billones a 3,1 billones, pero sigue muy de lejos al gigante asiático.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, los BRICS solo se han distanciado más de Occidente. Ni India, Brasil, Sudáfrica o China participan en las sanciones contra Rusia y esto queda de manifiesto con niveles casi históricos de comercio entre India y Rusia, o con la dependencia de Brasil de los fertilizantes rusos.
Actualmente, ya es el bloque de PIB más grande del mundo, ya que actualmente contribuye con el 31,5% del PIB mundial, por delante del G7, que aporta el 30,7% y lo más previsible es que a medida que la inflación golpea a muchos países occidentales, lo que resulta en un crecimiento económico más lento, países con gran potencial están utilizando esto como una oportunidad para desarrollar su propia alternativa económica. De esta manera, grupos como los BRICS dejarán de ser instituciones exclusivamente económicas.
El 30 de marzo, Brasil y China anunciaron un acuerdo comercial que les permitiría utilizar las monedas nacionales de los dos países, el yuan y el real, respectivamente y conforme Occidente se debilita, otros países ven la oportunidad de desvincularse del dólar, lo que ha permitido la hegemonía occidental durante décadas.
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