Hay varias razones por las que la empresa española capaz de ofrecer productos o servicios destacables por su calidad e innovación debe estudiar la posibilidad de labrarse un espacio en los mercados nórdicos: su tamaño reducido e intensa competencia se ven compensados por un entorno ágil y dinámico, abierto a las soluciones novedosas, una fuerza de trabajo muy motivada y productiva, y niveles de ingresos, igualdad socioeconómica y bienestar entre los más elevados del mundo.
El consumidor promedio de la zona comparte varias preocupaciones que influyen en sus decisiones de compra, como el consumo responsable, la sostenibilidad medioambiental, la preservación de la salud, particularmente en edades medianas y avanzadas, y la autonomía de personas mayores y su cuidado, teniendo en cuenta el rápido envejecimiento de la población; igualmente, el consumidor nórdico a valorar cualidades como la durabilidad, el diseño eficiente, la utilidad y precio de los productos por encima de otras características como la imagen y el prestigio de marca. No obstante, es preciso tener en cuenta la alta proporción de consumidores bien informados y de ingresos altos dispuestos a pagar más por aquellos productos que cumplan con sus exigencias.
Las últimas mediciones del panorama económico en la región coinciden en mostrar unos datos alentadores de crecimiento, y un sentimiento relativamente optimista en negocios y consumidores. Estos mercados coinciden además en ofrecer una trayectoria de cumplimiento fiable de los contratos, gestión sostenible de las finanzas públicas, instituciones eficaces y comprometidas con la transparencia, y una buena diversificación de su base productiva.
Dinamarca, que cuenta con una provisión relativamente reducida de recursos naturales no renovables, no obstante ha sabido invertir y sacar el máximo partido de sus recursos de población, y su cercanía con las mayores economías de la zona, en beneficio de su avance económico y tecnológico.
Este país posee una de las economías más libres y abiertas al comercio exterior, factor que tiene mucho peso en los ingresos, los cuales acusaron el impacto de la ralentización económica de los últimos años; a pesar de esto, el país muestra niveles muy reducidos de inflación y desempleo, buena salud de las finanzas públicas y un crecimiento sólido.
Entre las prioridades del gobierno a destacar está el compromiso con el abastecimiento de energía limpia, y la eliminación gradual del suministro energético basado en combustibles fósiles como objetivo para 2050. Otros sectores que ofrecen tambien oportunidades significativas para empresas capaces de aportar soluciones en productos y tecnología incluyen suministros para la agricultura, procesado y envasado de alimentos, infraestructura, construcción e ingeniería, biotecnología y farmacéutica.
El único país nórdico miembro de la zona euro, Finlandia cuenta con una las economías más modernas y dinámicas del mundo, un sistema educativo considerado ejemplar que ha dado como resultado una fuerza de trabajo altamente formada y capacitada, y niveles de competitividad de las empresas entre los más altos del mundo.
La manufactura es el motor de la economía finlandesa, líder en producción de químicos, electrónica, maquinaria, minería y derivados de la madera, así como en soluciones de alta tecnología, transporte y logística, telecomunicaciones, sanidad, eficiencia energética y construcción sostenible. La estrecha relación comercial con Rusia abre también numerosas oportunidades en el suministro de diversos productos, pero principalmente en el sector de alimentación.
Por otro lado, conviene tener en cuenta que, no obstante la elevada renta disponible de la población, la tendencia al incremento en el endeudamiento de los hogares, aunque reducido en comparación con otras economías de la región, ha llevado últimamente a muchos consumidores a vigilar más los gastos, buscando las ofertas y valor por su dinero.
La más pequeña de las economías de la zona, Islandia tiene sin embargo a su favor una gran industria pesquera, un notable sector turístico y un sector de manufactura y metalurgia – principalmente de aluminio – muy avanzado y en proceso de crecimiento, en parte gracias a una gran producción de energía renovable propia y una dependencia muy reducida de las energías fósiles; todos estos factores han jugado un papel clave en la recuperación tras la severa crisis originada en 2008. Por otra parte, la producción local de bienes de consumo es limitada, y el país debe importar muchos artículos, con el apartado de alimentación y bebidas a la cabeza.
El país abastece la mayor parte de sus necesidades energéticas principalmente gracias a la producción geotérmica e hidroeléctrica, en consonancia con su objetivo de lograr la plena independencia energética para 2050; actualmente también se estudian planes para exportar electricidad por medio de cableado submarino a las regiones más cercanas, con el fin de que éstas puedan cumplir con los objetivos de emisiones impuestos por la EU.
Noruega proporciona un marco muy adecuado para el desarrollo de empresas, el comercio e inversión del exterior. Los ingresos por la extracción de recursos energéticos y una cuidadosa administración pública ayudaron a capear el temporal económico de la última década, fomentando entre consumidores y empresas un sentimiento positivo de confianza en las instituciones y el bienestar en general a pesar de la ralentización del crecimiento; no obstante, la explotación petrolífera impone un factor de vulnerabilidad ante los vaivenes de la demanda.
Por ello, a fin de estimular la proliferación y expansión de PyMEs, la reducción de la dependencia económica en el sector petrolífero y sus derivados, y la sostenibilidad a largo plazo del sistema de pensiones para una población en vías de envejecimiento, actualmente el país contempla posibles reformas fiscales orientadas al incremento de la competitividad en el entorno de negocios. Entre las prioridades para el fomento y la innovación se encuentran la generación y suministro de electricidad para las necesidades internas, particularmente de energía hidráulica; la industria pesquera, silvicultura, metalurgia, e industria naval / transporte marítimo.
El mayor de los mercados escandinavos, Suecia procura fomentar un entorno favorable a la actividad de las PyMEs, y una economía diversa y productiva, con varias iniciativas orientadas a impulsar la contratación y reducir el desempleo, relativamente elevado en comparación con el promedio de la región; sus sectores más tecnológicamente avanzados y activos en el comercio global incluyen la industria automovilística, silvicultura, industria extractiva y metalurgia, equipos para la construcción, farmacéutica y telecomunicaciones; adicionalmente, la inversión per cápita en I+D en ciencias biológicas es la más alta de Europa.
Como fuente de oportunidades para empresas capaces de aportar soluciones innovadoras, cabe mencionar los grandes planes de inversión en el mejoramiento y expansión de las infraestructuras de transporte, orientados a de proporcionar sistemas modernos y capaces de responder a las necesidades de una creciente población urbana y una economía de servicios muy activa.
Igualmente, es destacable el objetivo del país de abastecerse exclusivamente de energías renovables, y contar con un parque de vehículos nacional totalmente libre de combustibles fósiles, a fin de eliminar por completo la emisión de gases de efecto invernadero para 2050. Existen también oportunidades en suministro de alimentación, materias primas, productos químicos y combustibles, maquinaria industrial, productos textiles y de vestir, turismo, y productos ecológicos / respetuosos con el medio ambiente.
¿Ha realizado negocios en los países nórdicos anteriormente? Le invitamos a compartir su experiencia con otros emprendedores globales en nuestro blog: emprendedorglobal.info
0 commentarios