CIVETS - Mercados emergentes.

CIVETS – Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía, Sudáfrica.

Para los emprendedores globales en búsqueda de posibilidades para la diversificación, los mercados CIVETS (Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica), suenan con cada vez más fuerza como nuevos objetivos para establecer contactos y lograr una presencia de empresa.

En pocas palabras, lo que tienen en común estos países que componen el nuevo acrónimo de moda, tan dispares a primera vista, son principalmente sus grandes y jóvenes poblaciones con clases medias en rápido crecimiento, y el potencial de producir grandes retornos en el futuro; sin embargo, las perspectivas de seguridad de sus respectivos entornos políticos son bastante variables.

Otro tanto ocurre con los niveles de preparación y capacitación de su fuerza de trabajo de cara al futuro; aunque una parte considerable de su fuerza de trabajo está en una buena posición para respaldar el crecimiento futuro, uno de los retos de este grupo en su conjunto es que cada vez más de sus jóvenes accedan a una mejor educación, con vistas a construir sociedades más equitativas y menos volátiles, y economías nacionales más diversas y apoyadas en el conocimiento. Los niveles relativamente altos de penetración de Internet entre la población de estos países son otro punto a su favor para considerar estos mercados desde el punto de vista de marketing y e-commerce.

Un breve vistazo: Colombia

Colombia se clasificó en 2013 en el puesto 31 de las economías más grandes del mundo por PIB nominal; en el informe Doing Business 2015 del Banco Mundial se colocó en el puesto 34 en facilidad de hacer negocios; en las últimas mediciones logró posicionarse como tercera economía de América Latina tras Brasil y México, y como éstos, se beneficia de su situación geográfica con respecto a sus principales socios comerciales en las Américas, y de acuerdos de libre comercio firmados con éstos y con la UE, entre otras regiones.

El país necesita una mayor diversificación de su base económica para reducir su vulnerabilidad a las fluctuaciones de precios de productos y materias primas, en particular del petróleo, su principal producto de exportación; otros sectores claves lo componen la producción agroalimentaria, industria textil y de confección, y la construcción. Por otro lado, aunque siguen siendo importantes los riesgos de seguridad por la actividad de movimientos guerrilleros y grupos criminales, los esfuerzos contra la delincuencia y la guerrilla han desembocado en un progreso notable de la seguridad.

Aparte de esto, aunque persiste la preocupación por la corrupción, y por la influencia de dichos grupos criminales en los niveles inferiores de la administración pública, el país cuenta con una democracia sólida, un robusto sector de servicios, y hay varias razones para ver las perspectivas de crecimiento de Colombia con un optimismo prudente. A fin de mantener y potenciar el crecimiento de la economía, se están realizando grandes inversiones en infraestructuras, cuyo nivel de desarrollo en general es relativamente bajo; se espera que la fuerte actividad del sector construcción contribuya a un buen ritmo de crecimiento. Por otra parte, aunque el empleo informal sigue siendo considerable y la tasa de desempleo alta, ésta última disminuye a una velocidad aceptable.

Indonesia

Indonesia, con la población más numerosa de éste grupo (cuarto país más poblado del mundo), y el número 16 por PIB nominal, ha experimentado considerables cambios en su ambiente de negocios, tradicionalmente difícil, complicado y lastrado de corrupción, a fin de atraer inversión extranjera; el último informe Doing Business 2015 lo coloca en el puesto 114, 3 puestos por encima de la última edición.

Aunque su normativa jurídica y falta de infraestructuras sigue siendo un obstáculo a la hora de resultar un destino atrayente para las empresas e inversión extranjeras, Indonesia es hoy una de las economías mas grandes y vibrantes de Asia, con un crecimiento que rivaliza con el de India, y mantiene relaciones muy estrechas con China.

Sin embargo, el país depende en gran medida del comercio de materias primas, y debe lidiar con altas tasas de inflación y desempleo. El aumento del consumo interno de petróleo y el gas y el estancamiento de su producción, anteriormente una importante fuente de divisas, ha hecho que Indonesia pase a ser importador de petróleo; ello ha llevado a la adopción de medidas para el estímulo de las exportaciones no petroleras, como manufacturas y productos agrícolas y minerales, además de su industria turística. La conservación de su riqueza biogenética, la segunda mayor del mundo, es otro punto clave en las perspectivas de desarrollo del país.

Vietnam

Destaca por sus considerables recursos naturales, y su pueblo joven, trabajador y diligente, más que por el tamaño de su economía, en el puesto 57 del ránking PIB de 2013 (171.4 mil millones USD*), y puesto 115 en el último informe Doing Business (6 menos que el año pasado). Con todo, el crecimiento de su economía y actividad industrial en las últimas décadas ha sido lo bastante veloz como para ser observado con detenimiento.

Entre los obstáculos más señalados para la actividad empresarial en este país, están una gran inestabilidad monetaria fruto de prácticas insostenibles, una reducida liquidez externa, infraestructuras e instituciones deficientes y la falta de transparencia de su gobierno, aferrado al poder en todos los ámbitos, excesivamente burocrático, sobredimensionado e intolerante de cualquier crítica; hay una dura represión a las libertades civiles y de prensa, y muchas empresas se quejan de verse obligados a pagar sobornos para todo tipo de procedimientos, como liberar mercancías de exportación.

Sin embargo, cabe destacar que estos problemas no han sido suficientes para matar el esfuerzo y la iniciativa empresarial de sus habitantes, muchos de los cuales han creado un notable tejido de empresas privadas de todos los tamaños (sin contar con la considerable economía sumergida de microempresas y pequeños comerciantes autónomos); por otra parte, es de esperar que los compromisos asumidos por el país en las últimas décadas, al participar en diversos tratados y acuerdos internacionales, ayuden a mejorar el clima de negocios en cuanto a la protección de la propiedad intelectual, la actividad comercial y de negocios, y un marco legal más eficaz y transparente.

Egipto

No obstante la preocupación por la estabilidad interna del país, que apenas muestra tímidas señales de restablecerse, los ojos de muchas empresas e inversores continúan puestos en la economía más grande del norte de África, en el puesto 41 de las mayores economías del mundo por PIB nominal; por otra parte este mercado a su vez funciona como puerta de entrada a otros mercados de la región, y cuenta entre sus recursos a una población muy joven en rápido crecimiento (promedio de edad 25 años).

A pesar de la importancia del sector agrícola en la economía egipcia, el abastecimiento de alimentos y combustible de Egipto depende mucho de las importaciones, con la vulnerabilidad a las fluctuaciones que esto conlleva; la producción de petróleo, en declive desde hace algunos años, ha sido sobrepasada por el consumo doméstico.

Gracias a su importancia geoestratégica, Egipto ha conseguido apoyos financieros a gran escala por parte de países del Golfo, los cuales han contribuido a estabilizar en cierta medida la economía, y satisfacer parte de las necesidades de energía y alimentos del país. Las últimas reformas tributarias y de reducción de subsidios a la energía anunciadas por el nuevo gobierno han contribuido a restablecer algo de confianza; con todo, está aún por verse si estas medidas logran traducirse en mejoras de situaciones como la alta tasa de paro, que afecta especialmente a los jóvenes egipcios.

Turquía

Aun con las preocupaciones existentes sobre las perspectivas de estabilidad interna, y las altas tasas de inflación y desempleo en Turquía, su economía se presenta como una de las más prometedoras, en el puesto 18 del mundo por PIB nominal. Situada en el puesto 55 en el último informe Doing Business 2015 (4 menos que en la edición anterior), en general el entorno de negocios de Turquía se ve afectado por una normativa bastante rígida, y sin embargo muy expuesta a la corrupción y al amiguismo; a esta desventaja se añaden otras como el malestar social causado por la polarización entre grupos laicos y religiosos conservadores, que ha desembocado en confrontaciones y reacciones autoritarias de su gobierno.

Entre sus ventajas, cabe destacar una buena proporción de trabajadores jóvenes y capacitados, una infraestructura comercial competente, y su posición estratégica de punto de encuentro entre los países de Europa, Asia Central y Oriente Próximo; para las empresas europeas, como en el caso de Egipto, representa una puerta de acceso a otros mercados de estas regiones de cara al futuro.

A fin de anticipar y satisfacer las demandas impuestas por el rápido crecimiento de su economía, el gobierno tiene entre sus planes impulsar varios grandes proyectos de infraestructura, en particular en los sectores de transporte y energía. Se intenta también reducir la vulnerabilidad causada por su considerable déficit de cuenta corriente, y los bajos niveles de reservas de divisas externas, mediante medidas orientadas a aumentar la baja tasa de ahorro interno y reducir la dependencia de las importaciones de energía, inyectando una considerable inversión para el sector de energías renovables.

Sudáfrica

En comparación con la velocidad de crecimiento en varios otros países de la zona, Sudáfrica muestra un ritmo mas bien apagado, con una economía afectada por todo tipo de problemas y preocupaciones: entre los más graves, carencias en el suministro de electricidad, la persistente inseguridad ciudadana, alta inflación, y un altísimo desempleo de más del 25%, que afecta de manera especialmente encarnizada a la población negra y a los jóvenes, y que junto con la proliferación de huelgas y el creciente descontento de los trabajadores, contribuye a la amenaza de la estabilidad interna. Para las empresas extranjeras, este panorama se ve empeorado por la confianza socavada tras la revocación de varios tratados bilaterales con la UE, y el ascenso de tendencias populistas en el electorado.

No obstante, Sudáfrica sigue siendo para muchos el principal mercado de la región, por varias y buenas razones: es un actor clave mundial en minería y suministro de metales preciosos, y un importante centro regional para la industria automotriz. El país también cuenta con instituciones financieras, legales y de telecomunicaciones sólidas y bien desarrolladas, y posee una economía bastante diversa y sofisticada, en la que el sector servicios contribuye en mayor medida al PIB y el empleo; en general, se espera que la depreciación del rand ayude a incrementar las exportaciones. Por último, para muchas empresas extranjeras, es la puerta de entrada a África, y en particular, a los países pertenecientes a la Comunidad de Desarrollo de África Austral.

¿Has hecho negocios en alguno de estos países? Comparte tu experiencia con otros emprendedores globales.

Nota: artículo publicado también en nuestra columna semanal en MurciaEconomía.


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El blog para emprendedores y PYMES interesados en la internacionalización.

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