En enero, las importaciones indias de crudo ruso alcanzaron un récord. En concreto, las importaciones se elevaron un 9,2%, con una media diaria de 1,4 millones de barriles. Este mes, se espera que las importaciones de petróleo de China desde Rusia alcancen también alcancen un récord de 1,66 millones de barriles diarios.
En conjunto, India y China absorben más de la mitad de las exportaciones diarias totales de crudo ruso, que antes de la guerra en Ucrania equivalían a alrededor de 5 millones de barriles al día, en su mayor parte destinados a Europa. Ahora, Rusia está destinando sus exportaciones a nuevos mercados.
Según datos de la agencia Energy Intelligence, este mes al menos 20 empresas, pero probablemente muchas más, están enviando petróleo ruso a todo el mundo, reemplazando a todos los grandes actores del mercado que se retiraron del país después de que la UE y el G7 comenzaran a sancionar al país por su invasión de Ucrania.
Empresas como Vitol, Trafigura, BP, Shell o Equinor abandonaron cualquier negocio que tuvieran en Rusia, dejando un espacio vacío que se ha llenado inmediatamente, mayormente a través de empresas de nueva creación fuera de Europa y que no operan en dólares ni en euros.
Las transacciones que estas empresas están realizando con el petróleo y los combustibles rusos están siendo financiadas por bancos en los Emiratos Árabes Unidos y Turquía, con entidades europeas fuera de escena debido a las sanciones y al reciente tope de precios del G7 que prohíbe a las empresas europeas involucrarse en el comercio de petróleo ruso a menos que el precio sea de máximo 60 dólares por barril. Con los europeos y los estadounidenses fuera, otros están ganando dinero.
La mayoría de los nuevos comerciantes involucrados en el crudo y combustibles rusos en todo el mundo tienen su sede en Dubái, señala Energy Intelligence, pero Hong Kong es otro centro para estas operaciones.
Gran parte del petróleo y los combustibles de Rusia en este nuevo entorno comercial están siendo enviados por una flota de petroleros con un valor de unos 2.200 millones de dólares y compuesta por unos600 buques.
A principios de este mes, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) informó que tanto la producción como las exportaciones de petróleo de Rusia han demostrado ser sorprendentemente resistentes a las sanciones occidentales. Se estima que la producción de petróleo rusa solo ha caído en 160.000 barriles diarios desde los niveles anteriores a la guerra y las exportaciones se redujeron en 400.000 barriles diarios, una disminución parcialmente compensada por mayores exportaciones a China, India y Turquía.
No obstante, gracias a las sanciones, Rusia está ganando menos dinero con su petróleo ya que tiene que venderlo con importantes descuentos sobre su cotización de mercado.
Según datos de la AIE, en enero, los ingresos por exportaciones de petróleo procedentes de Rusia fueron de unos 13.000 millones de dólares, un 36% menos que hace un año y a unos días antes de que Rusia recorte su producción diaria, las exportaciones por mar alcanzaron la semana pasada un incremento del 26% en comparación con el mes pasado, lo que representa 3,6 millones de barriles, de los cuales 3,19 millones se dirigen a China e India.
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