Tras una década de negociaciones intermitentes, el pasado 1 de abril, la India y Australia firmaron un acuerdo de libre comercio provisional e integral que permite el comercio sin aranceles en una amplia lista de productos.
El acuerdo ofrece evidentes beneficios económicos: principalmente, la India importa de Australia materias primas y productos intermedios fundamentales y, a su vez, exporta a ésta productos terminados. Se espera que el comercio bilateral anual casi se duplique de 27.500 millones de dólares en 2021 a alrededor de 50.000 millones en los próximos cinco años. El acuerdo elimina los aranceles sobre más del 85% de las exportaciones australianas a la India (aumentando al 91% a lo largo de los próximos diez años), mientras que el 96% de los productos indios que lleguen a Australia quedarán libres de impuestos.
Este acuerdo tiene en gran medida tintes geopolíticos, pues ambos países tienen especialmente malas relaciones con China y buscan contrarrestar la influencia del gigante asiático tanto en la región como en sus respectivas economías, promoviendo un Indo-Pacífico libre, abierto e inclusivo también con la cooperación de EE.UU. y Japón.
Ambos países mantienen unas relaciones muy tensas con Pekín y están ansiosos por reducir su dependencia económica. Sobre todo, Australia es la que sale más beneficiada a largo plazo, pues tiene un gran volumen de comercio con China e India le brinda una alternativa para exportar sus productos a más de 1.300 millones de consumidores.
Los lazos de Australia con China, su mayor socio comercial, se han deteriorado constantemente en los últimos años tras acusaciones de intromisión política y disputas sobre los orígenes del COVID-19. Por su parte, la India tiene un enfrentamiento persistente con China a lo largo de su frontera con el Himalaya, en dispuesta, donde un enfrentamiento dejó al menos 20 soldados indios y cuatro chinos muertos hace dos años.
En palabras del primer ministro indio, Narendra Modi, este acuerdo permite aumentar la resiliencia de las cadenas de suministro y también contribuir a la estabilidad de la región del Indo-Pacífico.
Australia e India iniciaron las negociaciones comerciales para el acuerdo en mayo de 2011 y sostuvieron nueve rondas de diálogo antes de suspender el proceso en septiembre de 2015. En septiembre pasado, casi dos años después de que India se retirara de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), retomaron las negociaciones.
Este acuerdo demuestra que la India está dispuesta a firmar acuerdos bilaterales y reducir las consecuencias negativas de no unirse al RCEP. En ese sentido, la India ya tiene acuerdos comerciales con la mayoría de los participantes del RCEP, incluida la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, compuesta por 10 miembros junto con Japón y Corea del Sur.
Bajo el nuevo pacto, la India se beneficiará del acceso preferencial al mercado australiano en sectores intensivos en mano de obra, como joyería, textiles, cuero, muebles, alimentación, productos de ingeniería, dispositivos médicos y vehículos. Por otro lado, ofrecerá a Australia acceso preferencial en materias primas, carbón, minerales, vino y otros sectores. Las dos partes esperan concluir las negociaciones sobre un acuerdo de cooperación económica más amplio e para final de este año.
La fricción entre Canberra y Pekín ha provocado una serie de sanciones comerciales de China a las exportaciones australianas, que incluyen carbón, carne roja, mariscos, vino y granos.
Con la entrada en vigor del acuerdo, la India podrá importar carbón australiano más barato que antes, elemento que hasta ahora representa el 70% de las exportaciones australianas a la India y está sujeto a un impuesto del 2,5%. Dentro de cuatro meses, no estará sujeto a arancel.
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