Trabajar a distancia es otro de los grandes retos del Emprendedor Global: estar preparado para trabajar desde cualquier rincón del mundo. A continuación te contamos cómo hacerlo, sin importar dónde te encuentres.
Gracias a la tecnología actual podemos comunicarnos y trabajar desde cualquier lugar, las 24 horas del día, y nos permite enviar archivos, acceder a bases de datos, reunirnos a través de vídeo conferencias o videollamadas y participar en webinars (seminarios online) y conferencias virtuales.
Si se hace bien, trabajar fuera de la oficina puede ser tan efectivo como hacerlo en esta, o incluso más. Sin embargo, debemos tener cuidado de no caer en un falso sentido de productividad y disponibilidad. Aquí puedes encontrar las claves para un trabajo de alto rendimiento cada vez que te ausentes de la oficina:
1. Establecer un horario y compartirlo. Establece un horario de forma diaria, semanal o mensual para que la gente sepa cuando trabajas, como contactar contigo, cuando no estás disponible, etc. Distribúyelo entre tus compañeros para que tanto ellos como tú podáis planear con tiempo los puntos clave, las fechas límites y las reuniones.
El horario te ayudará, no solo a organizar tu tiempo y a hacer bien tu trabajo, sino también a mantener el contacto con las personas que dependen de tu trabajo para poder realizar el suyo. Trabajes fuera de la oficina un día a la semana o de forma permanente, asegúrate de mantenerte siempre visible, involucrado y disponible en el mundo virtual.
2. Disciplina. Debes conocerte a ti mismo y saber qué necesitas para cumplir con tus objetivos. Para ello tienes que estar siempre disponible y receptivo, sin importar dónde te encuentres: en casa, con un cliente, en un hotel, o en la sala de un aeropuerto.
No permitas que el estar en otro sitio te distraiga de realizar tu trabajo. Ajústate al horario que te has preparado y comienza el día estableciendo cuáles son los objetivos principales para esa jornada.
Cuando termine el día, revisa y actualiza tu lista de tareas. Trabajar fuera de la oficina requiere una gran disciplina y capacidad de concentración, ya que no hay nadie contigo para motivarte y hacerte trabajar.
3. Tener recursos. Organiza una lista con personas que puedan ayudarte ante un problema técnico o de software. No hace falta que te conviertas en técnico, pero debes saber a quién acudir si tu portátil se bloquea o si el acceso a Internet desaparece de forma misteriosa y cómo contactar con esas personas.
Resulta especialmente útil crear una lista con personas a las que puedes llamar en caso de una emergencia técnica y que puedan ayudarte a solucionar esos problemas, de forma que puedas cumplir con tus proyectos a tiempo.
Recuerda: la tecnología puede fallar cuando menos te lo esperas. Utiliza siempre copias de seguridad, discos duros externos e imprime tu trabajo de forma que, en caso de necesidad, sea posible acceder al mismo, moverlo de sitio, almacenarlo o enviarlo. Además, debes tener siempre un plan B para contar con trabajo que puedas adelantar sin conexión a Internet en caso de que esta se pierda y requiera tiempo restaurarla.
4. Descanso para el café virtual. Uno de los retos a los que nos enfrentamos cuando trabajamos solos en un lugar remoto es el aislamiento social: echas de menos ver a la gente del trabajo y hablar con ellos cara a cara. Cuando casi todo nuestro contacto con el mundo es virtual, es muy fácil que nos distanciemos de la persona con la que nos comunicamos, ya que no hay forma de ver sus señas no verbales ni su comportamiento. Además, con el fin de ahorrar tiempo, se suele hablar de temas relacionados con el trabajo o se intentan solucionar problemas.
Sienta bien tomarse un merecido descanso de vez en cuando. Plantéate organizar descansos para “tomar un café” con compañeros de trabajo que también trabajen a distancia y quienes seguro que están dispuestos a acompañarte. Es importante sacar tiempo para socializar, conectar y charlar de la misma manera que lo harías en un descanso (real) en la oficina.
Esos momentos en los que quedas con los compañeros para compartir historias, frustraciones y poneros al día sobre asuntos que no tienen nada que ver con el trabajo, no solo sirven para recargar las pilas sino que además te acercan más a las personas con las que trabajas. ¿Y tú? ¿Cuáles son tus trucos para trabajar a distancia?
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