Foto: Pablo Cantero

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Optar por proveedores en Asia puede ser muy ventajoso siempre que se estudie con mucho cuidado los riesgos y la inversión en tiempo y recursos; con frecuencia, ésta será mayor de lo esperado. Dar con proveedores y productos con potencial a primera vista es lo más fácil, hasta el punto de resultar abrumador en un principio; lo difícil es dar con un proveedor confiable y capaz de garantizar calidad y servicio.

Antes de comenzar: tanto si se trata de mercancías para reventa directa como de suministros para manufactura, es necesario evaluar con tiempo el mercado, márgenes, ventaja competitiva y previsiones de mantenimiento y/o crecimiento de la demanda actual, teniendo en cuenta los largos plazos de entrega, normalmente de semanas o meses, que suelen complicarse más si coinciden con las (numerosas) fechas festivas.

Costes de puerta a puerta: con frecuencia, los gastos desde que se realiza el pedido hasta que la mercancía llega a manos del comprador superan de los recursos financieros previstos en un principio; además del transporte, aranceles e impuestos, antes de comprometerse con un pedido, no hay que perder de vista factores como las fluctuaciones de divisas y su impacto en el precio final, o el aumento de las tarifas de transporte marítimo en temporada alta.

No dar nada por sentado: aun cuando en muchos casos sea más caro el envío que las muestras en sí, éste es un gasto indispensable. Es frecuente que las empresas tarden en actualizar sus catálogos o webs, lo cual hay que tener en cuenta al solicitar ver muestras de los productos ofertados. Si un proveedor no es capaz de ofrecer una calidad adecuada y un servicio correcto en el primer pedido, es muy improbable que lo haga en pedidos de mayor importancia.

Para cualquier proyecto serio, es preciso tomarse el trabajo de viajar hasta donde está emplazada la empresa, hablar cara a cara con los proveedores y conocer sus instalaciones, especialmente si los productos están sujetos a restricciones o normativas que regulen su admisión al país de destino.

En el caso de que esto no sea posible antes de realizar pedidos, al menos hay que procurar obtener referencias de otros clientes, o incluso de otras empresas que trabajen con proveedores de la zona en general (no necesariamente el proveedor en cuestión, o el mismo sector). Algunas empresas ofrecen servicios profesionales de inspección para estos casos, una opción que conviene considerar.

Protección de la propiedad intelectual: una estrategia para la protección y control de la PI es indispensable en caso de que los proveedores tengan acceso a características patentadas, distintivos de marca o cualquier derecho de autor. Una empresa que tenga previsto trabajar durante un largo período de tiempo con proveedores de Asia debe preocuparse por registrar su propiedad intelectual en el país seleccionado cuanto antes.

Al realizar pagos: al hacer pedidos a proveedores en Asia, es común el uso de transferencia electrónica, en cuyo caso, y si no es posible otra opción que ofrezca mayores garantías al comprador en caso de incumplimiento del vendedor, es recomendable proceder con cautela; incluso cuando exista confianza entre las partes, conviene asegurarse muy bien de que la información del beneficiario es del todo exacta, a fin de evitar demoras prolongadas y comisiones adicionales por datos incorrectos, lo cual ocurre con cierta frecuencia.


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