La invasión rusa de Ucrania ha reconfigurado el mercado mundial del petróleo, con productores de África interviniendo para satisfacer la demanda europea y Moscú, afectado por las sanciones occidentales, llevando su crudo a Asia.
Este incremento proviene principalmente de Asia. Se espera que la demanda global supere los 700 millones de toneladas al año para 2040.
La minería ilegal y la instalación masiva de granjas de minado después de su prohibición en China sobrecargan la red energética.
El deficitario sistema eléctrico en el que es uno de los países más ricos en energía de Asia ha sufrido repetidos cortes de suministro en Kazajistán y el gobierno está recurriendo a Rusia para satisfacer la creciente demanda de electricidad.