Las exportaciones de China aumentaron un 60,6% con respecto al año anterior en los dos primeros meses de 2021, superior al 40% esperado.
Las exportaciones de China aumentaron de forma vertiginosa en los dos primeros meses de 2021, lo que refleja una fuerte demanda mundial de productos manufacturados, aunque las cifras parten de una base muy baja de 2020, con la economía bloqueada.
En total, se ha registrado una subida del 60,6% medida en dólares, según mostraron los datos de la Administración General de Aduanas publicados a comienzos de marzo, muy por encima de las estimaciones de algunos economistas del 40%. De hecho, solo en febrero, las exportaciones aumentaron un 154,9% con respecto al año anterior, un aumento mensual récord para las exportaciones chinas en términos interanuales.
Los primeros dos meses son normalmente volátiles para la actividad económica de China debido al cierre generalizado que vive el país durante la semana del Año Nuevo Lunar y en este caso, las cifras están aún más distorsionadas, ya que en 2020 se cerraron fábricas y negocios para contener el brote de coronavirus a principios de año. En ese momento, las exportaciones se desplomaron un 17,4% en los dos primeros meses.
Pese a esos dos malos primeros meses de 2020, los datos muestran que las exportaciones continuaron beneficiándose de la creciente demanda mundial de equipos médicos y productos para trabajar desde casa, lo que ha ayudado a apuntalar la recuperación en forma de V de China del efecto de la pandemia desde la segunda mitad del año.
Además, esos sólidos datos comerciales reflejan la mejora de la demanda en sus principales socios como Estados Unidos y Europa y una recuperación interna que está impulsando el crecimiento de las importaciones, que suben un 22% respecto al mismo periodo del año pasado.
En conjunto, el superávit comercial de China en enero-febrero se amplió desde diciembre a 103.250 millones de dólares, muy por encima de la proyección de los economistas de 57.700 millones.
El resistente sector exportador de China fue un pilar clave de la recuperación de su economía, que se expandió un 2,3% el año pasado, convirtiéndola en la única gran economía que registró crecimiento en 2020.
Este año, las exportaciones también se beneficiaron de unas vacaciones más breves de lo habitual para buena parte de los trabajadores en el Año Nuevo Lunar, ya que las restricciones de viaje impuestas a principios de año impidieron que muchos trabajadores pudieran volver a casa y se reanudara pronto la producción.
Por otro lado, las importaciones también crecieron con fuerza, con un 22,2% en los dos primeros meses del año respecto a 2020, superando el aumento del 16% previsto por distintos analistas.
Sin embargo, para la segunda mitad del año, las exportaciones pueden perder el fuerte impulso, ya que la demanda externa de productos para trabajar desde casa y de control de la epidemia como mascarillas y equipos de protección, puede comenzar a desacelerarse a medida que la pandemia ya parece empezar a mantenerse bajo control. Así mismo, pronto volverán al mercado más economías exportadoras, lo que podría generar una competencia más intensa en los mercados mundiales.
También dependerá de cómo evolucionen las medidas económicas de Europa y EE.UU., que si siguen inyectando dinero se seguirá incentivando la compra de productos chinos.
Los datos fueron presentados en el Congreso Nacional del Pueblo, la reunión política más grande del año, que tuvo lugar en Pekín, y en el que el gobierno anunció su agenda económica para los próximos años.
En la misma, las autoridades apuntaron a un crecimiento de la economía china de más del 6% este año, una meta relativamente conservadora en comparación con la expansión del 8,4% que predicen los economistas. El gobierno también señaló una política fiscal y monetaria más moderada después del estímulo del año pasado para hacer frente a la pandemia.
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