Los economistas han debatido durante mucho tiempo sobre la efectividad de las leyes promulgadas para estimular el desarrollo económico
Pero las ciudades siguen intentando crear empleos y riqueza, y algunas como Abu Dabi parecen estar haciendo algo bien
La capital de los Emiratos Árabes Unidos en 2015 creó un distrito financiero donde relajó los requisitos fiscales y regulatorios para atraer la inversión extranjera.
En tres años, el Mercado Global de Abu Dabi (ADGM) se ha convertido en una comunidad empresarial pujante con compañías de servicios financieros y asesores profesionales.
Haber redactado leyes a favor del crecimiento ha asegurado un lugar a Abu Dabi como centro financiero global.
Está clasificado como el número 25 en el Índice de Centros Financieros Globales, justo detrás de los centros financieros europeos más conocidos, Frankfurt, Luxemburgo y París.
Siguiendo el ejemplo de Dubai
La gobernanza y la ley en el mercado global de Abu Dabi se inspiraron en su vecino de los EAU, Dubái.
Usando su nueva riqueza petrolera en la década de 1970, Dubái comenzó a actualizar su infraestructura para convertirse en un centro de comercio en Oriente Medio.
El fundamentalismo de los países de la Costa del Golfo, sin embargo, fue un impedimento para la inversión extranjera en esta región.
Aprovechando un concepto llamado «zonas francas», Dubái desarrolló áreas económicas que eximían de impuestos corporativos, permitía el 100 por ciento de propiedad extranjera y simplificaba los procesos de puesta en marcha.
Llevó la idea un paso más allá en 2004, al abrir una zona franca llamada Centro Internacional de Finanzas de Dubái (DIFC), con su propia estructura legal, regulador financiero y tribunales.
El DIFC se rige por el derecho consuetudinario británico en lugar de la ley sharia.
Un régimen legal transparente, alineado con las mejores prácticas internacionales, ofrecía seguridad y familiaridad a las instituciones financieras globales y a los inversores extranjeros.
Los cambios legales combinados con las regulaciones favorables a los negocios, la estabilidad política y la infraestructura moderna han convertido a Dubái en una ciudad favorecedora para los negocios en Oriente Medio y África.
También se encuentra en una zona estratégica entre el este y el oeste, conectando la región con las economías de Europa, Asia y las Américas.
El DIFC ahora tiene una sana competencia dentro de los EAU.
Abu Dabi busca explotar su riqueza petrolera, estimada en un 6 por ciento de las reservas mundiales de petróleo, para transformar su economía y su competitividad global.
El Mercado Global de Abu Dabi se encuentra en la isla Al Maryah de la capital, un terreno de 114 ha que está desarrollando Mubadala, uno de los fondos soberanos más grandes del mundo.
Abu Dabi ha planeado cuidadosamente el crecimiento y desarrollo de la isla
La primera fase fue el distrito financiero, un centro comercial, un hotel de lujo y el hospital de primera clase de la Clínica Cleveland.
Se espera que otro centro comercial, con los grandes almacenes Macy’s y Bloomingdales, abra este año. Al Maryah está a punto de convertirse en uno de los barrios más lujosos del mundo.
El centro financiero, conocido como ADGM (Abu Dhabi Global Market), está ubicado en un edificio central de baja altura con forma de trapecio al revés, en medio de los rascacielos.
Al igual que su contraparte en Dubái, tiene un regulador independiente de servicios financieros y un sistema judicial basado en la ley inglesa.
El enfoque legal de ADGM es más progresivo que el de DIFC al adoptar leyes específicas en inglés y la jurisprudencia relacionada.
También se comunica con su comunidad o con asesores experimentados sobre nuevas consideraciones o iniciativas antes de lanzar libros blancos que generen opinión pública.
Esto permite que cualquier nueva ley o regulación sea considerada cuidadosamente, lo cual es único en el mercado.
El ADGM también ha reducido la necesidad de laboriosos procesos de legitimación ante notario, que añaden tiempo y un coste significativo para cualquier empresa nueva que ingrese al mercado.
Es la única jurisdicción en Oriente Medio que ofrece esto.
Si bien ADGM permite una variedad de servicios financieros, desde banca hasta seguros y gestión de patrimonios, también ha lanzado varias novedades en la región.
Éstas comprenden un régimen de fideicomisos de inversión inmobiliaria privada, un nuevo marco de capital de riesgo para gestores de fondos e incluso un plan de financiación para aviación.
La coexistencia de las leyes federales, las leyes individuales de los Emiratos y las leyes de zonas francas puede ser bastante compleja y confusa, por lo que es esencial buscar un experto local.
Otras barreras se encuentran en que es un mercado interno pequeño.
Existen riesgos de burbujas especulativas, la inestabilidad geopolítica en Oriente Medio y la dependencia del petróleo.
La inversión extranjera en Abu Dabi y Dubái permitió a los Emiratos Árabes Unidos superar el desplome en los precios del petróleo que comenzó en 2014.
Los Emiratos Árabes Unidos registraron un aumento de las inversiones extranjeras directas en casi un 8 por ciento el año pasado, a 10.300 millones de dólares, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y desarrollo.
En marcado contraste, las entradas de inversión extranjera directa en la región, excluyendo a Israel, cayeron un 16 por ciento en 2017. El favorable clima de negocios de los EAU tuvo mucho que ver con eso.
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