Aproximadamente el 90% del comercio mundial se lleva a cabo a través de rutas marítimas y mientras el volumen de intercambio de mercancías crece, los puertos más concurridos del mundo siguen desarrollándose, innovando y volviéndose más eficientes.
De hecho, en sólo los últimos 4 años, la media anual del volumen de contenedores de los 50 principales puertos del mundo creció más de un 7%, alcanzando la cifra de los 5,89 millones de unidades anuales.
Estos son los 20 puertos que más tráfico registran de acuerdo con los últimos datos del World Shipping Council:
De acuerdo al volumen, tan sólo 5 de los 20 mayores puertos están ubicados fuera de Asia.
Desde bolígrafos hasta componentes industriales con alto valor añadido, la fábrica del mundo, China, inunda el mercado internacional con sus productos, jugando un papel determinante en la cadena de abastecimiento global. La red logística necesaria que ello implica coloca a China en una posición influyente y determinante en el comercio mundial. Por ello, este país se ha esforzado a lo largo de la última década para consolidarse como líder en el control de la logística marítima.
Pese a que la naviera danesa Maersk, sigue siendo la mayor del mundo por volumen de operaciones, cada vez son más los movimientos de mercancías vía marítima que tienen lugar en puertos controlados por China de una forma u otra y a día de hoy en torno a dos tercios del total del tráfico marítimo tiene lugar en puertos chinos o financiados por China.
Claro ejemplo de ello es el del puerto de Shanghái, que ha crecido un 71% en la última década y el de otros puertos chinos como Xiamen o Guangzhou, que registran una media de crecimiento del 30% en su tráfico de mercancías en los cuatro últimos años.
China tiene claro que la apertura y el comercio internacional son la clave del éxito, de la prosperidad y del poder. Por esta razón, ha puesto en marcha el mayor proyecto de la historia de la economía mundial, conocido como la Nueva Ruta de la Seda. Esto supone una gran inversión en infraestructuras, puertos, aeropuertos, autopistas, redes de telecomunicaciones, etc. que se espera que esté listo en 2049 para conmemorar el centenario de la fundación de la República Popular de China.
Este proyecto tiene claramente el objetivo último de garantizar la consolidación de China como principal actor geopolítico. Dicha consolidación pasa por el control absoluto de las rutas comerciales para garantizar la salida y distribución de sus productos en todo el mundo a la vez que se asegura la estabilidad en el abastecimiento de materias primas de las que tanto carece y tanto necesita (especialmente recursos energéticos).
Este gran e influyente proyecto se traduce en la adquisición china de los principales enclaves portuarios y terrestres implicados en la Nueva Ruta de la Seda. Como parte de esta estrategia, las empresas COSCO, China Merchants o China Investment Corp. respaldadas por el gobierno central, se han hecho con el control de puertos estratégicos como los del Pireo (Grecia), Melbourne (Australia), Hambantota (Sri Lanka) o Gwadar (Paquistán).
Claramente, en la próxima década los principales puertos mundiales estarán de un modo otro bajo dominio chino.
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