México, Indonesia, Nigeria y Turquía se dejan sentir cada vez con más fuerza en el panorama mundial, por su saludable crecimiento económico e incrementos en la calidad de vida y las perspectivas de futuro de una parte cada vez mayor de sus poblaciones. Sin embargo, a pesar de los notables cambios en el horizonte económico, entre sus ciudadanos existe el sentimiento de que los logros en bienestar no se deben a un sistema educativo que les falla, sino a pesar de él.
Para nadie es un secreto el rol de la educación en la generación de riqueza nacional sostenible a largo plazo, y a nivel individual, en la capacidad de escapar de la pobreza y otros factores de exclusión social como la desigualdad de género, además de contruibuir a reducir las tasas de mortalidad infantil y materna y el riesgo de enfermedades en general, entre las ventajas más apremiantes. Por ello, en este conjunto de países predominantemente jóvenes, entre las principales preocupaciones de las familias está proporcionar a los hijos la formación necesaria para un futuro cada vez más asentado en el “smart power”.
Con el crecimiento de las clases medias y la urbanización, aumenta también la demanda en educación, y todo lo necesario para ganar ventaja en la carrera por la formación: a gran escala, están los esfuerzos e iniciativas de gobiernos nacionales para reforzar la escolarización y reducir las tasas de abandono escolar, en ampliar y actualizar sus instituciones, y en paliar sus numerosas carencias para no poner en riesgo los avances obtenidos, en una economía global cuya competitividad y sofisticación se intensifica cada día mas. Por otro lado, a nivel individual crece la demanda por una variedad de apoyos destinados a la durísima competencia por plazas en los mejores centros educativos: desde cursos de apoyo y material escolar, hasta la enseñanza privada, formación complementaria, y estudios en el extranjero para quienes pueden acceder a las ventajas de una educación internacional, que cada vez son más; entre estos, las carreras de ingeniería, informática, salud y medicina, empresariales, agricultura, ciencias y matemáticas están a la cabeza de las más demandadas para los alumnos de los cuatro países. En la siguiente infografía presentamos algunas perspectivas sobre la preparación para el futuro de los jóvenes MINT.
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