Singapur. Foto: Pablo Cantero.
Los tigres de Asia continúan siendo la puerta de entrada para el comercio en la región, aunque con una competencia cada vez más amplia de nuevos actores, como el cuarteto emergente de Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia; no obstante, Corea del Sur, Singapur, Hong Kong y Taiwán continúan ofreciendo un entorno atractivo para empresas y talento de todo el mundo, por la calidad y sofisticación de sus infraestructuras, logística, relaciones comerciales y protección de los derechos de los inversores, además de contar con centros urbanos con gran densidad de población en los que se encuentran grandes comunidades extranjeras, clases medias numerosas y dinámicas, e importantes núcleos profesionales mediante los cuales es posible conectar con una gran red de contactos.
Además de estos factores, conviene tomar nota de otros como el camino hacia la consolidación del mercado común y la libre circulación de mano de obra calificada, capitales, bienes y servicios en la zona, a pesar de todos los retos existentes para una plena armonización e integración; por otro lado el intercambio con otras grandes economías (incluida la UE) mediante tratados comerciales sin duda incrementará el interés de la región como destino de negocios.
Ante los persistentes problemas económicos en sus principales mercados de destino, y una población que empieza a asomarse al envejecimiento demográfico, los gobiernos de Singapur, Corea del Sur, Hong Kong y Taiwán han decidido llevar a cabo grandes inversiones en startups para incentivar el talento, la producción, y el influjo de mano de obra calificada e inversores. Por otro lado, el rápido crecimiento del segmento de tercera edad en los próximos años, en una población notable por sus altas expectativas de longevidad, crea oportunidades para soluciones en salud, autonomía, ocio y calidad de vida para mayores, y servicios de apoyo para familias con dependientes a su cargo.
Adicionalmente estos mercados, pero notablemente Hong Kong y Singapur por su alto poder adquisitivo, poblaciones sofisticadas y cosmopolitas, sectores de restauración dinámicos, y una elevada dependencia de las importaciones de alimentos, ofrecen también oportunidades interesantes para el sector de alimentación y bebidas, en particular opciones gourmet, saludables u orgánicas, cuya demanda va en aumento, al igual que la de frutas y verduras.
Los alimentos preparados constituyen otro segmento de interés para trabajadores con poco tiempo disponible. Por otra parte, la demanda de vinos por los consumidores es destacable por su rápido crecimiento, impulsada por la afluencia de turistas y trabajadores expatriados en la zona, y la popularización del consumo de vino entre las clases medias y pudientes.
Cabe destacar igualmente el mercado de la cosmética, aseo y belleza, muy activo y con una intensa competencia (destacable entre ésta, el influjo de la industria cosmética coreana), aunque también con un significativo potencial para productos con valor añadido, como marcas de alta cosmética y productos naturales u orgánicos, en especial ante el gran volumen de turismo de compras, y la preocupación entre la población local por la estética, la moda y el cuidado personal.
Es importante tener en cuenta que gran parte de la población tiene un elevado nivel de educación y conocimientos digitales (particularmente Corea del Sur, que cuenta con una larga trayectoria de difusión y uso de tecnologías digitales entre su población); por ello, factores como la calidad comprobada, durabilidad, facilidad de uso y servicio posventa son características esenciales para consumidores bien informados y exigentes.
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