The stuff I carry around

The stuff I carry around, por brett jordan en Flickr, CC BY 2.0

Si algún entendido de la moda echara una ojeada al equipaje de un Emprendedor Global quedaría horrorizado. Es muy improbable, por no decir imposible, que encuentre atuendos de moda, únicamente ropa discreta que ayude a integrarse en el lugar de destino: si allá donde vamos los lugareños visten en verde militar, eso es lo que nos ponemos.

No encontrará joyas caras o relojes que atraigan a ladronzuelos o agentes de aduana. Solo verá telas estampadas y colores básicos, ya que la mayoría de la ropa que llevemos será de color negro, caqui o blanco, de forma que podamos combinarlos y llevar un equipaje ligero que nos permita evitar facturarlo.

No podemos permitirnos ser esclavos de la moda si somos esclavos del compartimento de equipaje del avión. En los viajes de negocios no conviene hacer cola para facturar el equipaje o ir lento por culpa de una maleta demasiado pesada.

El fashion expert que nos observase se escandalizaría ante nuestra usada maleta trolley y su cubertura de nailon balístico resistente al agua, por no hablar de nuestro desafortunado bolso con compartimentos para guardar el libro de bolsillo, el portátil y la cámara de fotos.

Y en cuanto a lo que podemos encontrar dentro del equipaje, nada de voluminosos kits para el baño: las bolsas de plástico son los salvavidas de todo viajero, en las que podemos guardar desde artículos de higiene hasta cables de extensión, tarjetas de memoria o baterías externas.

Además, en lugar de una funda para la ropa, las bolsas de plástico de la tintorería son las mejores bolsas antiarrugas que existen. Puede que este sistema no sea distinguido, pero ha pasado el examen de cientos de miles de kilómetros aéreos. No solo permite llevar consigo la ropa de diario, atuendo formal y bastantes aparatos electrónicos en una maleta de mano y un bolso para el portátil, sino que además facilita encontrar lo que necesitamos y sin una sola arruga.

Para aquellos que anteponen la utilidad a la moda, desvelamos los grandes trucos para organizar el equipaje: Para que este post no sea demasiado extenso lo dividiremos en tres entregas.

Un equipaje de mano con pocos compartimentos. Hay quienes se decantan por un bolso lleno de bolsillos con cremallera y cientos de compartimentos internos, pero en el caso de los equipajes de mano, estos son solo desventajas. Una maleta con un espacio amplio te permite apretujar más cosas y llevar menos peso. Una maleta de 55 cm debe poseer compartimentos externos con cremallera y nada más.

En esos bolsillos exteriores podemos colocar cosas a las que necesitemos acceder fácilmente cuando viajamos, normalmente una chaqueta o un suéter para abrigarnos en el avión y un antifaz para evitar los cambios de luz.

Las bolsas de plástico son la navaja suiza del equipaje. Todos los utensilios que otros pasajeros colocan en los compartimentos internos de las maletas, nosotros los colocamos en bolsas de plástico herméticas. Una para los líquidos, geles y cremas, todos dentro de recipientes de menos de 100 ml, otra para los productos de aseo, otra para el maquillaje (mujeres), otra para accesorios electrónicos (cables, cargadores, cualquier cosa que no necesitemos tener a mano).

También llevamos encima algunas bolsas de plástico de más para usar durante el viaje como, por ejemplo, para guardar un traje de baño mojado o si hemos comprado algo y necesitamos espacio en la maleta, podemos enrollar alguna prenda que no se arrugue (como un jersey de lana), meterla en una de las bolsas, exprimir hasta el último mm de aire y, por arte de magia, el jersey ocupa la mitad de espacio.

También es útil llevar otra bolsa con cosas que podemos necesitar durante el vuelo, como gotas para los ojos, aerosol nasal, bálsamo de labios, crema de manos, auriculares, vitaminas (nuestra versión personal de un kit a todo confort) y la colocamos dentro de la bolsa en la que se guardan los líquidos.

Una vez que hemos cruzado el control de seguridad, la ponemos en el bolso para tenerla a mano durante el vuelo. Cuando no estamos viajando, las bolsas de plástico siguen llenas de artículos de baño tamaño viaje, guardadas en el armario de casa. Nunca se vacían: esperan hasta ser utilizadas en el próximo viaje.

Vestir con colores neutros y estampados sencillos. El interior de nuestro equipaje no puede parecer un cuadro de Kandinsky. Un consejo útil es meter mucha ropa oscura (principalmente porque es difícil saber si está sucia o no) y luego añadir accesorios con colores o estampados como una bufanda o un pañuelo (de seda para el calor, una pashmina para el frío).

Se lleva en el bolso y se va usando a lo largo del día, según el clima y el lugar: si estamos en una zona pobre nos lo quitamos o si vamos a registrarnos en un hotel nos lo ponemos. También podemos ponérnoslo en la cabeza para protegernos de la lluvia o, en el caso de las mujeres, usarlo para cubrirse el pelo al entrar a una mezquita en Oriente Próximo o a una iglesia católica en Irlanda.

¿Tienes algún consejo para otros Emprendedores Globales preparándose para despegar? No te pierdas el post de la semana que viene con más consejos para tú equipaje de mano.


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