El efecto de los husos horarios ha sido un tema poco conocido pero importante para los negocios internacionales.

Los husos horarios de los países han sido históricamente influencia de los patrones de comercio y las asociaciones comerciales.

Ajustar la misma zona horaria que un socio comercial hace que sea más fácil de llevar a cabo la negociación al tener las mismas horas de atención.

Las diferentes zonas horarias obligan a las empresas a tener en cuenta la conversión de zona horaria cuando se trata de negocios internacionales.

Esto puede tener un impacto negativo en la productividad de los trabajadores.

España es un país que experimenta este tipo de problemas.

En España deberíamos estar, en concordancia con nuestra posición geográfica, en la hora del meridiano de Greenwich (GMT) con los países con una latitud similar, tales como Reino Unido, Marruecos, Mali, y Portugal.

El presidente de la Comisión Europa, Jean-Claude Juncker, ha realizado una propuesta sobre prescindir de los actuales cambios de hora que se realizan dos veces al año.

España está trabajando para corregir el problema de la zona horaria y ayudar así a impulsar la productividad de los trabajadores.

Pero, ¿es realmente importante todo este salto en la zona horaria?

No parece ser un gran problema, pero definitivamente tiene un impacto indirecto desde un punto de vista práctico y, lo que es más importante, desde una perspectiva comercial internacional.

Cuando las empresas se expanden a través de todo el globo y de los husos horarios, se produce una gran brecha de comunicación.

El tiempo dinero zonas horarias negocios internacionales

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Durante las horas de despertar de un país, otro en otra zona del mundo se prepara para ir a dormir

Esto representa un obstáculo para las empresas con unos valores fundamentales como la velocidad y el servicio al cliente, causando retrasos.

Las empresas experimentarán un intervalo de tiempo en el que tienen aún menos tiempo en su jornada de trabajo para llevar a cabo tareas interdependientes.

Una gestión que podría solucionarse en 10 minutos en el mercado local, podría tomar de 24 a 48 horas para realizarse si el actor involucrado es una empresa con oficinas internacionales.

Un ejemplo claro está en la industria de las empresas de tecnología en California con los diseñadores de productos en China.

Este problema puede ser perjudicial para la reputación de la empresa.

Especialmente si se plantea y exige una resolución urgente de un contratista en el extranjero mientras está en sus horas de sueño.

De vuelta a la situación de España,

siempre ha estado presente el debate de la baja productividad en el trabajo y el parlamento plantea ahora con determinación la reversión de esta tendencia al cambio de zona horaria.

Un día de trabajo para el español es influida por la cultura y se diferencia de países como el Reino Unido.

Cuando las personas se están preparando para ir a la cama en Londres, los españoles están todavía cenando y se va a dormir bastante más tarde, por lo general.

En esencia, el trabajo y el descanso están operando en dos zonas horarias diferentes, creando un efecto de desincronización.

Este impacto negativo afecta medidas de la productividad, tales como accidentes de trabajo y estrés.

El cambio de la zona horaria podría permitir a los trabajadores conseguir una mejor alimentación, sueño, y hábitos de trabajo.

En cualquier caso, seguirá siendo una incógnita si con un día más corto se ganaría en productividad o si todo sería igual, salvo por alguna diferencia relacionada con la luz natural.


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