El gobierno brasileño ha venido lanzando iniciativas para lograr la sostenibilidad fiscal y liberalizar una de las economías de mercado emergentes más cerradas.
Los esfuerzos han fortalecido la competitividad del país y brindado un mejor entorno para el desarrollo del sector privado.
Esto ha resultado en un gran interés por parte de las compañías. Hace tiempo que buscan la expansión de su economía y acceder a más de 200 millones de consumidores.
Un acuerdo reciente entre Boeing y una gran compañía de Brasil ha provocado controversia antes de las elecciones de octubre. Esto da una muestra de la complejidad de la economía del país.
Los candidatos de izquierda se han comprometido a paralizar e invalidar el acuerdo e invalidar la transacción.
La intervención del gobierno para eliminar o reestructurar el acuerdo dañaría aún más la reputación comercial de Brasil, que ya se está recuperando de escándalos de corrupción pública, un enorme déficit presupuestario y un crecimiento económico débil.
Podría obstaculizar algunas de las reformas que se han implementado en los últimos años para alentar el desarrollo empresarial y la inversión extranjera.
Aun así, para las compañías que buscan invertir en Sudamérica, Brasil sigue siendo un destino fundamental, hogar de aproximadamente la mitad de la población y riqueza de la región.
Burocracia en Brasil
Sin embargo, hacer negocios en Brasil requiere un conocimiento profundo de la burocracia del país, que se encuentra entre las más complejas del mundo.
De hecho, el país ocupó el lugar 125 entre 190 países en el último informe del Banco Mundial que evalúa la facilidad para hacer negocios en todo el mundo.
Las clasificaciones se basan en 10 factores, que incluyen el comercio transfronterizo, el registro de propiedades, la obtención de crédito, el pago de impuestos y el cumplimiento de los contratos.
La mala clasificación se debe en gran parte a la tendencia de Brasil de proteger a las empresas y empleados locales, lo que creó una gran cantidad de reglas y regulaciones.
El tiempo medio que toma registrar una empresa en Sao Paulo, la ciudad más grande del país, es de 101,5 días, más de tres veces la media de América Latina.
Hacer negocios requiere no solo abrir una entidad legal local, sino también registrarla en las autoridades públicas relevantes.
El laberinto de cargas administrativas se destaca en este informe, que clasifica a Brasil como el séptimo lugar más complejo de 84 países para cumplir con las regulaciones comerciales.
El entorno fiscal de Brasil es una de las principales razones de su complejidad. Más de 90 impuestos, derechos y contribuciones sociales son recaudados por varias autoridades federales, estatales y municipales.
Clima Brasil
Reformas
El gobierno brasileño se ha movido para simplificar la presentación de informes de empleo e información relacionada con impuestos para empleadores privados a través de un nuevo sistema digital de contabilidad llamado eSocial.
Los empleadores tuvieron que comenzar a usar el sistema este año, y aún no se sabe con certeza si hará que los informes sean más eficientes.
El país también implementó varias reformas comerciales en los últimos tres años que facilitaron la actividad empresarial, como crear portales en línea para inscribirse en licencias comerciales y aprobar una nueva ley que alienta a las partes a resolver disputas comerciales con la mediación en lugar de recurrir a los tribunales.
Brasil está mejorando sus sistemas de información electrónica para impulsar el comercio.
Su sistema para monitorear las importaciones y facilitar el despacho de aduana ha reducido el papeleo y ha facilitado el cumplimiento de la frontera.
Uno de los mayores desafíos para los inversionistas interesados en Brasil ha sido su extensa legislación laboral, que es conocida por su falta de flexibilidad y su fuerte carga tributaria.
Las nuevas leyes permiten a las empresas contratar trabajadores independientes, facilitar el despido de empleados y finalizar las contribuciones sindicales obligatorias.
Se espera que las reformas laborales reduzcan los costos para los empleadores y aumenten la productividad.
El país también ha tratado de abordar su reputación de corrupción.
Una investigación criminal sobre sobornos y corrupción pública, conocida como Operación Autolavado, ha llevado a cargos contra más de 200 personas y una sentencia de 12 años de prisión para el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El futuro
Con Brasil comenzando a salir de su recesión más profunda en décadas, las empresas y los consumidores han renovado el optimismo sobre el futuro.
General Motors, por ejemplo, ha invertido 1,4 mil millones de US$ en tres plantas en Brasil, donde planea lanzar nuevos automóviles el próximo año.
Se espera que las ventas de coches en Brasil lleguen a 2,9 millones de unidades en 2019, frente a los 2,05 millones de 2016.
GM, Boeing y otras compañías están avanzando, a pesar de la incertidumbre política antes de las elecciones de octubre.
Sin embargo, para tener éxito en Brasil, las empresas deben hacer su tarea y navegar por las complejidades de una economía de mercado emergente.
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